martes, 8 de marzo de 2011

Si se quisiera resolver la migración haitiana


No me explico que razones hay para la preocupación que existe por la migración haitiana. Me han llegado a decir que hay que imitar a Trujillo con el corte. No solo que no apoyo medidas truculentas sino que nosotros respondemos al dicho de que tenemos el negro tras las orejas porque casi todos los dominicanos tenemos ancestros haitianos. Mi tatarabuela era haitiana.

Lo que procede es pensar bien las cosas y crear un remedio adecuado para que estos dos pueblos vivan en orden porque ni nosotros nos podemos convertir en haitianos ni ellos podrían ser dominicanos nunca. Hay formas de resolver el problema. Lo que sucede es que quien lo resuelva tiene que ser un gobierno que tenga los pantalones bien puesto y el cerebro frio.

Voy a ofrecer una idea. En primer lugar, todo haitiano que esté aquí debe tener un permiso, sino debe deportarse. Para tener ese permiso deberá obtenerlo o en los consulados dominicanos en Haití, con un costo que podrían ser de us$50.00 o los que están ya aquí, en nuestra Migración, duplicando o triplicando ese costo. Debe ser solo por un año para obligar a todos los haitianos regresar a su país anualmente, con la idea de que se sientan extraños aquí y tenga su mente en el regreso. Al haitiano que se encuentre con el permiso vencido se deportará de inmediato y como el permiso queda registrado, es relativamente fácil saber a quien se le venció y salir a buscarlo.

Como los haitianos generalmente no tienen registro de nacimiento ni identificación alguna, para la obtención del permiso debe ser imprescindible que algún otro nacional que si tenga documentación de identidad, le de una garantía escrita y se responsabilice en caso de que sea necesario. Así su localización podrá ser a través del garante. Es mas, es una forma relativamente fácil de ayudar a ese pueblo de tener un registro de identidad, posiblemente utilizado también en su país con algún tipo de arreglo bilateral.

Por otra parte, realmente nosotros necesitamos a los haitianos para realizar las labores que los dominicanos nos negamos hacer, siendo nuestro mayor problema que ellos dejen descendencia aquí por el hecho de no saber que nacionalidad tengan ni como dársela.

Con el dinero recaudado de los permisos, que si aquí hay un millón de haitianos estaríamos hablando de 100 ó 150 millones de dólares anuales mas los que se sigan recaudando en los consulado, ya que cada año todo haitiano deberá salir del país o pagar tres veces el costo del permiso obtenido en algún consulado, podría implementarse un programa para la realización de vasectomía por supuesto voluntariamente, sin importar lo que las iglesias digan, ofreciéndole un incentivo de algunos 500 ó 1,000 dólares, previo la comprobación de que hallan tenido descendencia.

Para la realización de las operaciones se pueden autorizar a médicos que la realicen bajo el control de una oficina central que reciba electrónicamente los datos si es posible biométricos, dándole una copia al interesado para que pueda cobrar el incentivo ofrecido.

Con esto es posible obtener la mejor forma de controlar la explosión demográfica y un efectivo control del mismo.

Por: Fredy Bonnelly
Sto. Dgo. 06-03-1011

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